En un lindo día de primavera, un viento no esperado (que nos despeinaba) y un ambiente de alegría y felicidad, tuve el placer de unir en matrimonio a Carmen, de Guatemala y a Mariano, de Mexico. Como nunca se sabe dónde aparece el amor, Carmen conoció a Mariano , cuando el fue su jefe en uno de sus empleos, hace algunos años y de allí se hicieron inseparables. Ambos agradecen a Dios por haberlos colocado uno en el camino del otro y poder formar una bella familia.
Ambos jóvenes tienen hijos de uniones previas y ellos formaron parte de la ceremonia. La pequeña
bebé inició el cortejo estando en brazos de los padrinos, el hijo varón de Carmen, la acompañó en su entrada para luego con unas emotivas palabras hacerle entrega al novio, con quien se fundió en un tierno abrazo.
El jardín del Restaurante Stonewalls en Riverheat fue un agradable y florido espacio para realizar la ceremonia de bodas, la cual incluyó varios de nuestros simbólicos rituales; cristal del amor, arena familiar, lazo del amor infinito, pan y vino, meditación y bendiciones de reiki.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre






















El pasado 26 de mayo tuve el placer de recibir en mi capilla, a los jóvenes Salvadoreños, quienes vinieron acompañados de su pequeña hija y algunos familiares. Un amor constante y admirable. Desde que se conocieron a los 13 y 16 años respectivamente, Kelly y Fernando se enamoraron y comenzaron a vivir juntos. Años después tuvieron una linda niña y ahora, a los 21 y 24 decidieron legalizar su unión. La pequeña hija de la pareja no quería separarse de la madre, por lo cual la mayor parte del tiempo de la ceremonia, se mantuvo en los brazos. Así que tuvieron una testigo especial en su boda.