Elizabeth y Francisco, ambos son de República Dominicana y he aprendido que los dominicanos siempre están de muy buen humor en sus bodas. La pareja vive en la ciudad de NY por lo cual es bastante lejos de mi capilla; el trafico del sábado les hizo llegar tarde y solaparse con la pareja que tenia cita después de ellos. Con buen humor, decidieron ir a dar una vuelta y regresar para casarse con calma, después de la otra ceremonia. Vinieron acompañados de unos amigos y todos mantuvieron sonrisas y bromas en todo el evento.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre