El verano quiso jugar a esconderse, y enviar algo de lluvias, pero eso no detuvo la intención de Edgar y Veronica, de casarse en el jardín del hogar de sus familiares, en Bay Shore. La apenas ida primavera, permitió que las mesas tuvieran unos ramos de bellisimas rosas.
Edgar y Veronica son una simpatica pareja, con tres lindos y traviesos chiquillos que brincaban y jugaban alrededor de la ceremonia.
Esperando la llegada de la novia y de sus allegados. Un pequeño y muy unido grupo, que en todo momento reían y disfrutaban del motivo de la reunión.
Los novios, en una de las tantas veces que mostraron su buen humor, riendo
Bendecidos con Amor para que sea por siempre y para siempre