Enma y Santos son dos jovencitos que vinieron acompañados de algunos familiares y sus dos pequeños hijos. Se mostraron nerviosos en toda la ceremonia, sin embargo, no dejaban de mirarse y dulcemente sonreír, como compartiendo mensajes secretos con sus ojos. Vinieron desde una larga distancia para unirse en matrimonio en mí capilla. Con amor todo se puede.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre