Dalila es salvadoreña y Mefi es guatemalteco. Tienen cinco años juntos y una hija, Bianca. En un pequeño salón del hogar de los novios, fue colocada la decoración, mesa y sillas para hacer la boda. Estaban presentes los abuelos y hermanos de los novios. El invitado especial, fue un sobrino, Dario, un chiquillo de dos años, que constantemente gritaba “foto” y reía para que el fotografo le viera a el. Un toque divertido de fondo en un lindo evento familiar.



Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre