Yoselin de El Salvador y Wilson de Guatemala, estaban felices, nerviosos, sonrientes de estar celebrando su union matrimonial. Sin embargo, su pequeño hijo de más o menos 3 o 4 años solo sonrió al final del evento. Desde que llegó estaba con cara de bravo, ya que decía: “mamá no te cases con papá, cásate conmigo” y en su inocencia le parecía que no le estaban haciendo caso a su petición. Después de recibir algunas bromas y un pequeño envase de burbujas para que jugara, comenzó a disfrutar del momento.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre