El amor no tiene edad y así lo demuestran las bodas entre personas de edad adulta. Olga y José no disimulan lo enamorado que están, se hacen bromas, sonríen y se toman de las manos con amor. Vinieron a mi jardin, acompañados de algunos familiares del novio y en una excelente atmósfera de alegría, fueron unidos en matrimonio.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre