En uno de los elegantes salones del Watermill, con linda decoración blanca, con toques azules y corales, tuve el placer de unir en matrimonio a los enamorados Mercedes y Shamil. Con la alegría y simpatía que caracteriza a los dominicanos, la ceremonia estuvo plena de risas e interactividad con todos los presentes. Mencionamos a seres queridos ausentes fisicamente, sin embargo, espiritualmente presentes. Realizamos la ceremonia de la arena; promesas de amor con el ritual del cristal y con especiales bendiciones de parte de los padres de la novia, la abuela y el padre del novio.
- El lindo salón, al final ya yo estoy esperando por los novios y los invitados han comenzado a llegar
- Las lindas jóvenes del cortejo
- Los guapos jóvenes del cortejo
- Todos viendo hacia la entrada, la llegada de la novia
- La novia entrando con su padre
- La tierna entrega de la novia
- Juntos y sonrientes
- Diciendo los votos matrimoniales
- Felices y riendo justo en el momento en que estaban oyendo que estaban legalmente casados: ya son marido y mujer delante de la ley
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre