En los últimos años he tenido el placer de ir uniendo en matrimonio a cada uno de los hermanos Barahona. En esta oportunidad, fue al joven Edgar y su novia, María. Es un gran placer ir uniendo miembros de la familia y en cada ceremonia quedar para la próxima, ya que en unos meses comenzaremos a casar a la segunda generación. Un grupo con una energía maravillosa y una gran conexión entre ellos. Una hermosa bendición de amor el poder ser parte de sus días especiales.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre