Sonrientes y serenos, llegaron María y Geovanni a la capilla. Acompañados de sus dos pequeños hijos y de los hermanos de la novia. Al ver el apellido de la novia, Barahona, el cual no es muy usual, me pareció familiar y a mi comentario, responden que justo hace un año, había casado al hermano mayor de la novia. Y de inmediato, el hermano menor dice: “yo te voy a llamar en unos días, yo también me voy a casar”. Tres hermanos, tres bodas, tres amores muy lindos y tres familias bendecidas con amor.
La mejor retribución para mi labor, es cuando los novios se muestran contentos y divertidos después de la boda y luego me dicen: !estamos felices! Sus sonrisas y alegrías dan la certeza de que la ceremonia ha sido lo que esperaban.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre