En un hogar lindamente decorado para la ocasión, oficié la ceremonia de bodas de Marcia y Yexon. Los novios mostraban sus nervios de distintas maneras, mientras que la novia tendía a reír, el novio no lograba calmar su emoción y con ello, lagrimas. Le dije no hay de que preocuparse, es tu boda y son tus sentimientos. Si la alegría te hace llorar, deja que así sea.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre