Hace año y medio, Caio, (brasileño) entró a una pizzería y no pensaba en encontrar el amor de su vida. Disfrutó del sabor de la comida, admirando la belleza y simpatía de la dueña del local. Comenzó a ser cliente frecuente, a tener conversaciones con Liliana, (peruana) hasta que un día le invitó a salir y de una linda amistad, surgió un inesperado amor. Rodeados de sus padres y amigos, se prometieron estar juntos por siempre en un compromiso de amor, que ambos reconocen que les llegó dónde y cuando menos esperaban.



Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre