El pasado 21 de septiembre tuve el placer de unir en matrimonio a María Emilia (El Salvador) y Alvaro (Costa Rica). Ambos vinieron a mi jardin, acompañados de sus padres y la hermana de la novia. La ceremonia estuvo impregnada de un especial romanticismo; el novio al decir sus votos, colocó música de fondo y le dedicó una hermosa canción a su bella pareja. Al finalizar la boda, quiso comenzar su nueva etapa de casados, abrazando y bailando con su esposa al ritmo de una romántica canción cristiana. El amor y la creatividad de los novios siempre sigue sorprendiéndome, cada boda es única, tal cual es el sentimiento de cada pareja, dependiendo de su personalidad.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre