Dos bellas esculturas de hielo con la forma de ángeles, a ambos lados de la mesa donde hacíamos la ceremonia, custodiaban a los felices novios. Sus miradas y expresiones no disimulaban lo felices que se sentían. Acompañados de familiares y amigos, fue un placer unir en matrimonio a Carol y Jonathan, Guatemala y El Salvador respectivamente. El pasado 14 de julio, 2018, el clima se portó de maravillas para ser una tarde de verano, refrescando lo suficiente para poder disfrutar de un agradable ambiente.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre