Desde el primer momento en que inicié conversaciones con Alexa, me di cuenta de lo entusiasmada que estaba con la planificación de su boda y lo diferente de sus preferencias. Llegaron en una limosina van ejecutiva, donde ya todo el festivo grupo venía celebrando con música y brindis. Después de la hermosa ceremonia, continuaron su fiesta rodante hasta un restaurante en Queens donde celebrarían con una rica cena antes de retornar a sus respectivos hogares en Long Island.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre