El 24 de abril de 2018 tuve el placer de unir en matrimonio a dos jóvenes Salvadoreños. Es bastante raro cuando un salvadoreño se casa con algún ciudadano de otro país. Aunque vivan en Estados Unidos, la cultura los llama, siempre se conocen y enamoran de sus paisanos. Vinieron acompañados de padres, familiares y amigos; todos felices de ver la alegría de los novios y ahora recién casados.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre