Nancy es ecuatoriana, simpática, elegante y con muy buen humor. Desde el inicio de nuestras conversaciones mostró interés en decirme que quería tener un dia diferente y especial en su boda. Ella es divorciada y me dijo que no había pensado en casarse de nuevo, hasta que hace cinco años, conoció a su actual esposo, Luis. Ambos se muestran divertidos de los cambios de planes en sus vidas.  Después de un año de noviazgo, han decidido unirse en matrimonio.   Nancy manifiesta que su sueño, si se casaba de nuevo, era hacerlo a la orilla del agua y a pesar de estar en un frio noviembre, la ceremonia la realizamos en un parque en Babylon.  La lluvia nos acompañó y en algunos países, es de buen augurio que así suceda y espero que así sea para esta enamorada pareja.

Al reunirnos para diseñar la ceremonia, a cada ritual ofrecido, Nancy divertida y feliz, decía: eso me gusta, eso también y así terminamos haciendo una combinación de la Campana del amor (creado por nosotros), ritual de la arena incluyendo a los hijos que cada uno tiene de uniones anteriores, ritual de la planta, bendiciones de anillos, cristal del amor (creado por mi) y bendiciones de reiki y De Dios para los recién casados.

La celebración de la boda seria luego en un salón de Long Island, donde la fiesta siguió con  la alegría de los recién casados, sus familiares y amigos.

Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre