Sandra y José fueron novios cuando adolescentes y por razones del momento, se distanciaron y cada uno continuó vidas aparte, incluyendo matrimonio y mudanza a otro país por parte del novio. Años después se reencuentran y en donde hubo fuego, cenizas quedan…el amor se reaviva, florece y en una linda ceremonia unen sus destinos, bendecidos por amor, Dios y la ley.
Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre