Un viernes de junio 2017, recibí una llamada del joven Emerson. El y su novia, Andrea, tenían planificado casarse ese día en la oficina del clerk. Por razones de trabajo, se les hizo tarde y no llegaron a tiempo. Deseaban continuar con sus planes de legalizar su amor en ese día, en el cual, casualmente yo estaba desocupada y en mi hogar. Quedamos en vernos en una hora y así llegaron, acompañados del hermano del novio, con una lindas sonrisas, brillo en los ojos y palabras de amor.