Ambos son de Ecuador y al preguntarles cuándo y cómo se conocieron, los dos contestaron al unísono: “somos amigos desde siempre, de Ecuador, sin embargo; nos reencontramos en Nueva York y acá fue que nos enamoramos, más o menos hace 8 años.” Los dos basaron sus promesas en “hacerse feliz” e inclusive el tener otro hijo que acompañe al nene que ya tienen. Acompañados de los padres y el hermano del novio y cuatro buenos amigos. Una buena idea, es que les trajeron IPAD a los pequeños, quienes jugaron con ellos todo el evento y no distrajeron a los asistentes de prestar atención a la linda ceremonia de bodas.

Bendecidos con amor para que sea por siempre y para siempre