En una sencilla ceremonia, realizada en el jardín de mi hogar, oficié la boda de una enamorada y nerviosa pareja: Lourdes y Segundo. Ellos llegaron acompañados de sus cuñados que les hicieron de testigos oficiales y dos divertidos chiquillos que reían y corrían sin estar pendiente de lo que hacian los adultos.
Lourdes y Segundo son de origen ecuatoriano y viven desde hace un tiempo en el área de Long Island. Acudieron a casarse en mi hogar y luego iban a celebrar con familiares y amigos en su nuevo hogar.
Los novios atentos a las personalizadas palabras preparadas especialmente para ellos
Riendo un poco durante la ceremonia
Las manos de los novios con sus lindos anillos
La ternura del primer beso de la pareja,ya unidos en matrimonio
Con la pareja, los testigos y uno de sus lindos chiquillos
Bendecidos con Amor para que duren por siempre y para siempre
Es raro encontrar a gente con conocimientos sobre este tema , pero creo que sabes de lo que estás comentando. Gracias compartir un articulo como este.
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